Topología de una página en blanco es una reflexión realizada en términos simbólicos sobre el proceso creativo. Es una poética que se efectúa desde dentro de la misma poesía y una poesía que se piensa en el lenguaje mientras está produciéndolo.
Una profunda desolación conceptual nada condescendiente recorre cada página. Desolación no sustantivada que va produciéndose en el lector durante el acto mismo de la lectura porque no está presente en el texto, sino que surge durante el proceso de auto descubrimiento que exigirá al lector construir su propio texto. Topología... es, en palabras de Miguel Ángel Muñoz Sanjuán, un misterioso e intenso diálogo que reflexiona ante la antimateria poética; un abisal viaje a las mismísimas profundidades desde las que mana el silencio de las palabras.
La página, el soporte, como espacio, como elemento limitador en donde ocurre la simbiosis, como territorio de encuentro para los tres vectores esenciales de lo literario: lo creado, el creador y el recreador. La página 53 se convierte en metáfora absoluta, símbolo último de ese territorio movedizo al que intenta fijarse el lenguaje y donde se encuentran, enfrentados y entrelazados, los ojos del lector y del autor.
En este enlace (IR A LA PAGÍNA DEL AUTOR) está todo lo referente a Topología de una página en blanco.
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Tanto en su primera edición eBook como en la recién estrenada en papel, "Topología..." está siendo acogida por la crítica de un modo extraordinario.

EXTRACTOS DE LAS RESEÑAS sobre el libro:

Pinchando en la imagen de la portada puede leerse completa y gratuitamente el libro.

Topología de una página en blanco ha tenido la suerte de vivir dos existencias distintas. Las dos, tangible e intangible, serán igual de ciertas. En realidad esa es la esencia del libro.


TOPOLOGÍA DE UNA PÁGINA EN BLANCO, completa y gratuita

sábado, 8 de diciembre de 2012

JAVIER LOSTALÉ: SER EN EL POEMA
(Reseña de “Topología de una página en blanco” en el nº 45 de “Cuadernos del Matemático”

EXTRACTOS:

“Pocas veces, si no ninguna, se nos ofrece a través de un libro de poemas el rostro absoluto de la poesía. Se necesita tener un profundo conocimiento del proceso creativo y una gran capacidad de desaparición dentro del texto. Ambas cosas las consigue Alejandro Céspedes en Topología de una página en blanco”.
Alejandro Céspedes, una de las voces principales de la generación de los ochenta, con una obra amplia y reconocida, no ha dudado en realizar un acto de consumación poética escribiendo un libro extenso e intenso que, como bien señala Miguel Ángel Muñoz SanJuán, “ requiere del lector su máxima atención, tanto dialéctica como emocional”, en un formato donde lo espacial y lo visual se funden de tal modo que, durante la lectura, junto al pensamiento y el corazón actúan los ojos volcándose hacia dentro/para encontrar el símbolo”.

Topología de una página en blanco debe leerse como un todo, pues existe una trabada unidad entre los diferentes elementos, humanos, lingüísticos y soporte que la integran, respetando, eso sí, su especificidad, y teniendo presente también el carácter fragmentario del libro, fundado en la permanente dificultad de construir una realidad entera. Nada más alejado de un discurso teórico, o de una investigación desde afuera, sino que el creador se transmuta en lo creado hasta escuchársele su propia respiración, y el lector -como afirma Ainhoa Sáenz de Zaitegui citando a Wallace Stevens- “se convierte en el libro”.

Libro que amaneció en la luz fría de un ordenador, se publica ahora por Amargord en su cuerpo y alma naturales: el papel. Hecho que aprovechamos para decirles que se trata de un verdadero acontecimiento literario, porque pocos libros como éste son engendradores de conciencia”.


EXTRACTOS:

Céspedes es un hombre con visión, un teórico. Un poeta de verdad. Su reflexión sobre la poesía remite a ese momento de la historia en que la filosofía se convirtió ella misma en poesía. Con Foucault, el poeta alberga la sospecha -la esperanza- de que el lenguaje es fractura, muro, aislamiento, y que es necesario”.

Ajeno al egocentrismo del creador, Céspedes se abre a nosotros, los eternos secundarios, los lectores. Nos analiza, nos interpela.No somos nosotros quienes nos identificamos con el poeta, es él quien se une a sus lectores en una misma perplejidad.
Topología... es un universo peculiar, donde los poemas se abisman en la página como agujeros negros, versos incompletos se pierden por el margen derecho, se esparcen como hojas a lo largo de las hojas. Nuestra mente debe adoptar la forma del texto: ser poesía.

Un discurso torrencial que evoca el flujo de nuestra conciencia, veloz e inasequible a la lógica. Experimental y visualmente impactante. Poeta consagrado, canon indiscutible, Alejandro Céspedes aporta al arte más que talento: le da un porvenir”.



Alejandro Céspedes se está convirtiendo en el gran equilibrista de la poesía contemporánea española. Principalmente por lo arriesgado de sus propuestas; pero, también, por ser cada día más un disidente de las corrientes poéticas (o modas) actuales y, por tanto, por su lejanía de cualquier encasillamiento”.

Céspedes atraviesa el vacío en Topología de una página en blanco, el vacío que no es otra cosa que la distancia entre el creador y su creación. Si el lector se atreve, puede seguir de la mano del poeta un recorrido tan arriesgado como emocionante”.

No sé si los tiempos actuales exigen heroicidades, pero sí estoy seguro de que están necesitados de inteligencia creativa, asunción de riesgos, compromisos personales, coherencia y sana renovación. Alejandro Céspedes camina perfectamente por la contemporaneidad, y Topología de una página en blanco no es una proeza inútil, es una obra que crecerá en reconocimiento y, por tanto, que perdurará”.



Reseña de “Topología de una página en blanco”
por Santos Domínguez

El hecho -particular y sin importancia- de que no lo veas, no significa que no exista, o que no esté aquí, acechándote desde algún lugar de la página en blanco, preparado y ansioso de saltar sobre tu ceguera.

Esa cita de Wilfredo Machado abre, junto con otra en la que María Zambrano iguala las revelaciones poéticas al pensamiento filosófico,Topología de una página en blanco, el último libro de Alejandro Céspedes, que acaba de aparecer en Amargord ediciones.

Una vez le oí decir a Leopoldo María Panero que si le interesaba Mallarmé era por su condición de poeta científico. Lo recuerdo ahora cuando al leer este libro veo que Mallarmé forma parte de la genealogía moral de la poesía en la tensa reflexión sobre la escritura que mantiene en él Alejandro Céspedes, uno de esos raros poetas que “se rebelan para revelarse”, como explica Jesús Malia en el epílogo.

María Zambrano, Foucault, Eliot, Juan Carlos Mestre, Juarroz, Muñoz Sanjuán, Clara Janés, Chantal Maillard, Dante, Celan, Deleuze son algunos de quienes guían y acompañan a Alejandro Céspedes en su viaje a los infiernos de la incertidumbre de la que surgen las revelaciones, en un difícil equilibrio entre intuición y reflexión.

Una reflexión exigente sobre los límites de la poesía desde dentro del poema, desde el centro vertiginoso de la página en blanco, desde la oscuridad en la que el poeta enciende el fuego primordial con pedernales y yesca. Porque la misión de la poesía no es proponer respuestas, sino plantear preguntas una vez que ha delimitado su ámbito de reflexión, la conciencia de su vocación interrogativa lejos de toda actitud autocomplaciente, en un salto al vacío o en medio del desierto que es el territorio propio del poema como nos enseñó Jabès.

Desde ese centro oscuro del laberinto un espejo se convierte en metáfora absoluta, símbolo último de ese territorio movedizo al que intentan fijarse las ideas, el lenguaje, y en donde se encuentran, enfrentados, entrelazados, atónitos, desdeñosos o resbaladizos los ojos del lector y del autor.

Topología de una página en blanco es un catálogo de perplejidades, un libro nada condescendiente en el que los textos se cuestionan a sí mismos, se construyen y se destruyen con la densidad de una poética insumisa que surge del núcleo de la escritura, bucea en la profundidad turbia de los límites del significado y explora la posibilidad de la iluminación, la expresión simbólica de lo inefable desde la inconsistencia del lenguaje como reflejo opaco del mundo

con su espejo vacío
el espejo que mide la profundidad de ese vacío
la cáscara de un nombre
el hueco que la nombra

Al final del libro, la reaparición de las palabras de Wilfredo Machado completa una estructura círcular a la que se añaden estos dos versos de cierre:

alguien que cree saber dónde encontrarlo
sigue fingiendo que sabe cómo ahorcarse





EXTRACTOS:


En 'Topología...' la palabra poética, despojada de todo artificio retórico, se pronuncia como pensamiento en torno a las propias posibilidades y límites de representación. El autor investiga intensa y extensamente las posibilidades de un lenguaje vivo, mutante, a través de un complejo entramado conceptual y simbólico que posee la virtud de ser y producir pensamiento en el acto de creación. Si en algún libro se cumple la máxima expresada por Vicente Huidobro “Cuanto miren los ojos creado sea”, ese es Topología de una página en blanco, porque de los múltiples niveles de lectura que coexisten en este libro singularísimo el más llamativo es el que ofrece al lector la capacidad de participar de manera activa e inédita en la construcción del texto”.
Durante la lectura y, en especial, después de cerrar el libro, el lector podrá asegurar que el poema le ha transfigurado. Será alguien revelado a sí mismo, alguien a quien el texto ha permitido explorar un amplio repertorio de emociones que le impulsará, necesariamente, a crear. No comprende, quizás, en un primer momento, que el poeta le ha invitado a correr el riesgo de ser un pensamiento que busca su propia revelación en el transcurso mismo de la lectura. El texto, por lo tanto, le ha restituido (en su sentido aristotélico) el ser: un ser “en acto”, aunque plenamente consciente de su propio vacío”.


MIGUEL ANGEL MUÑOZ SANJUÁN
EXTRACTOS:


Topología de una página en blanco, libro tan extenso como intenso, requiere del lector su máxima atención, tanto dialéctica como emocional, pues no es una obra sobre la que se pueda pasar de refilón, sino todo lo contrario, pues desde su aliento inicial se percibe que es algo imprevisible, voluntariamente cambiante, tan mudable como mutante, y que en cierta forma puede simplificarse en ese verso en el que se dice “todo cuerpo es una patria transitoria”.

Da lo mismo que se trate de páginas en blanco que de conciencias distraídas, Topología… se enfrenta desde su inicio con una de las más peligrosas personificaciones de ese vacío bajo una de sus presencias: la comodidad. Por ello, quizá no sea un libro cómodo, pero en ello únicamente pueden verse más ventajas que inconvenientes”.

Las páginas de Topología… encierran un largo discurso reflexivo que reflexiona sobre sí mismo y nos hace reflexionar desde todos los puntos de vista, incluido el de lector, sobre lo “transitorio” de la propia existencia “poética”; pensamiento que ahonda sobre la misma conciencia de lo que supone ver crecer las flores entre los escombros, tanto propios como ajenos; discurso que se enfrenta, al igual que lo hicieron los románticos, a un mundo que, de tan sólido, parece no haber querido ver las ruinas que él mismo había ido edificando a su paso. En suma, proclama y reclamo angustiados desde la conciencia del que busca por encima de lo que se impone como norma y únicamente intenta encontrar una forma sincera que le permita pronunciar con sentido la palabra “armonía”.

Más que vanguardista, mística propuesta, indagación salvífica que derrama tanto dolor como lucidez“.


JAVIER LOSTALÉ; RNE, “La estación azul”
EXTRACTOS:

La poesía nos muestra su rostro absoluto a través del bisturí de uno de los principales poetas de los ochenta, Alejandro Céspedes. Su rostro absoluto desde la Topología de una página en blanco, un intento, no abordado hasta hora con “la intensidad tanto dialéctica como emocional”.

No es posible leer esta obra singular sin que trabemos nuestra mirada a los textos, donde hay tantos aspectos visuales, y pongamos en acción todas nuestra posibilidades cognitivas y emocionales. No es posible leer Topología de una página en blanco sin que nos convirtamos en parte del texto, sin que, junto con el autor, emprendamos una aventura inagotable por las entrañas siempre movibles del cuerpo del poema, para de este modo recrear, habitándonos, todo lo que el poeta ilumina entregado -hasta dejarse la piel- a su tarea de buscar lo inefable, de nombrar la existencia tocando fondo, de luchar con las palabras instalándose en su propio territorio tan lleno de destierro e incertidumbre”.

Estamos sin duda ante una obra venturosamente arriesgada y plenamente necesaria, que muestra la altitud creativa de un autor que ya formaba parte de la mejor poesía contemporánea y que ahora ha dado un salto cualitativo con este libro. No se lo pierdan. Se abrirá dentro de ustedes un horizonte”.